25 de julio de 2007

Interacción transfronteriza - Una via de desarrollo para Municipios deprimidos que hasta la fecha no se ha puesto en practica


La adesión a la Comunidad Europea constituyó un "terremoto" para municipios como Valencia de Alcántara y Marvão.

Puedo asegurar que, con el final de la frontera terrestre, el municipio luso dejó de cobrar muchos millones en impuestos directos y indirectos que provenían de la actividad aduanera. Probablemente, en Valencia ocurrió más de lo mismo.

Se perdieron puestos de trabajo, La Guardia Civil en Valencia perdió una gran parte de su efectivo, Tráfico se fue, la Policia Nacional desarrolla funciones meramente administrativas. Las estaciones de tren quedaron desiertas.

Con ellos, se han ido sus familias, con el consecuente impacto , a niveles varios de la sociedad y economia locales.

La libre circulación de mercancias acarreó consigo que se puedan comprar todos los productos a precios similares a ambos lados de la raya, un daño más para el pequeño comercio de la frontera.

La pesada máquina del estado no tiene capacidad para liberar todo el equipamiento relacionado con las antiguas fronteras y reutilizarlo con otros fines. Y me duele en el alma cuando paso por nuestra frontera (un local tan precioso) y tener que mirar de reojo para aquella ciudad fantasma, espejo de nuestra decadencia. Y las estaciones de tren, sea la de Valencia, sea la de Beirã-Marvão, igual.

...


Sin embargo, hay instrumentos creados por la Comunidad Europea que se destinan a palear este tipo de "contratiempos", el Programa Interreg, por ejemplo.
Este Programa se destina a financiar proyectos del interes común de varios Municipios Transfronterizos, (por lo menos dos, uno de cada país).
Puede que no esté bien informado, pero la verdad es que no conozco ninguna candidatura al Interreg que realmente resultara de una interacción verdadera entre los dos estados.

En la practica, los alcaldes se limitan a llamar por telefono al alcalde del pais vecino que les interesa como parcero en el proyecto, e decirle " Oye, necesito que me firmes este proyecto, cuando te haga falta después te firmo yo a ti". Hacen la obra de "su lado" y punto.

Y como no tenemos interacción, seguimos perdiendo muchas de las posibilidades que estaban a nuestro alcance para compensar la depresión provocada por el fin de las fronteras. (Cuidadín, que el nuevo Cuadro Comunitario creo que cambia algunos conceptos...)

Valencia de Alcántara y Marvão necesitan YA una nueva carretera que de Valencia a Santo Antonio das Areias. YA. Pueden ser de ocho a diez Kilometros, no más.

Deprimente es contrastar que Marvão asfaltó un camino hasta el Sever (en el Regato) sín hablar con Valencia. Esta obra era perfectamente candidatable al Interreg, que abonaria como mínimo el 75% del coste total, y se podria haber echo hasta Valencia por la Buena Vista ó por el camino del Cortiñal. Pero la verdad es que no se llevó a cabo. Falta de comunicación, o desperdicio de oportunidades y de fondos comunitarios? Ó ambas cosas?

Para compensar, el Ayuntamiento de Valencia de Alcántara arregló y muy bien (mis aplausos al Consistorio por esta obra) la carretera de la Fontañera. Lo que ya no puedo aplaudir, es que la carretera parara en la Fontañera y no continuara a los Gallegos, enlazando posteriormente con la Nacional que va a la Portagem. De nuevo falta de dialogo, de nuevo desperdicio de oportunidades.

En nombre del desarrollo de la región fronteriza, hay que cambiar este "modus operandum". Asi vamos de mal en peor.

Propongo una reflexión sobre este tema, porque hay que sentar todos los politicos en la misma mesa y hay que articular agendas, con vistas a sacar todo el partido de los medios que estan a nuestro alcance y pueden beneficiar a nuestras regiones.

1 comentario:

Valentina dijo...
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