POLÍTICA NACIONAL

Enric Sopena en el plural.com:
(http://www2.elplural.com/opinion/detail.php?id=15521)


¡Qué vergüenza, Sr. Rajoy!

Ha afirmado Rajoy, ese candidato de plastilina: “El Gobierno está agachando la cabeza ante unas agresiones al jefe del Estado español. Es la viva imagen de la impotencia. La sensación que da es que la dignidad del Estado no importa nada”.

El líder de la derecha considera que Zapatero debería convocar al embajador de Venezuela “para decir hasta dónde van a llegar las cosas y cuánto tiempo vamos a tener que seguir soportando esta situación.”

La banalidad de Rajoy empieza a ser insuperable. ¿Cree que Chávez temblaría y se arrepentiría de su dialéctica demagógica si el Gobierno español llamara a capítulo al embajador venezolano en Madrid?

Porque, después del numerito del embajador, ¿qué hacemos, Sr. Rajoy? ¿Montamos un ridículo show estilo Perejil? ¿O le organizamos a Chávez otro golpe de Estado, como el de 2002, aquel tiempo en el que Aznar comenzó a tramar malignidades con Bush? ¿Qué haría usted, Sr. Rajoy? ¿Ordenar al Ejército del Aire bombardear Caracas, previa autorización de la Casa Blanca?

Rajoy acostumbra a criticar sin ton ni son. Habla como un robot averiado. Aún no se ha enterado cuál fue el papel de Zapatero en la Cumbre Iberoamericana. Ni se ha dado cuenta todavía que fue usted quien metió la pata lanzando su caballería genovesa contra el presidente del Gobierno, mientras Aznar le daba las gracias por haberlo defendido.

Si fuera autista, su actitud política tendría, al menos, algún atenuante. Pero usted, por fortuna, no es autista, aunque a veces lo parezca. Un día se agarra a su primo y, ante un asunto tan serio como el del cambio climático, suelta un chascarrillo de jugador de tute. En otra ocasión, como ayer en Alcorcón, enumera los países enfrentados a España e incluye a Marruecos, Argelia, EEUU, el Vaticano y el pueblo saharaui, lo que no deja de provocar una hilaridad casi incontenible. Y el sábado pasado por la tarde su portavoz perdió el oremus y acusó a Zapatero de ser amigo de todos los dictadores. Eso no fue una acusación, fue simplemente una exhibición de cortedad mental.

Por cierto señor Rajoy, ¿sabe usted que el cabreo del Rey de Marruecos y de su entorno no fue más que un obligado brindis al sol? ¿Sabe usted por qué se enfadó Mohamed VI? ¿Le han informado sus asesores de que la tirantez se produjo porque el Gobierno de Zapatero –ese mal español- dio luz verde al Rey para que hiciera un periplo por Ceuta y Melilla? ¿Le han explicado que en las dos ciudades hubo una eclosión de banderas españolas? ¿Se acuerda de su patética alocución, cual si usted fuera el Rey, horas antes del 12 de octubre? ¡Qué vergüenza, Sr. Rajoy, qué vergüenza!

---o0o---

Zaplana renuncia a dar "el 11-M por concluido cuando no tenemos todas las claves"
ELPLURAL.COM (http://www2.elplural.com/politica/detail.php?id=15525)

Ni la sentencia ni la actitud de algunos de sus compañeros de partido han hecho enmudecer a Eduardo Zaplana, que quizá por solidaridad con Jiménez Losantos o por amistad con Pedro J. sigue dándole vueltas a la teoría de la conspiración. Tal y como informa Periodista Digital, Zaplana se resiste a dar “el 11-M por concluido cuando no tenemos todas las claves” de lo que ocurrió.

“Un asunto de esta naturaleza, hasta que no esté esclarecido del todo, no nos debemos jamás conformar”. Así se manifestó respecto al 11-M el portavoz del PP en el Congreso, durante una entrevista concedida a María Teresa Campos en Punto Radio, rescatada por Periodista Digital. Zaplana no quiere que la investigación del 11-M sea “una pelea de buenos y malos”, y se resiste a “dar un asunto por cerrado cuando todavía quedan asuntos por aclarar, y me estoy refiriendo a uno muy concreto que establece la propia sentencia”.

El Gobierno
Zaplana ha reiterado una tesis largamente defendida por los seguidores de la teoría de la conspiración: el atentado del 11-M se hizo "para cambiar el Gobierno". Esta cuestión le fue sugerida durante la entrevista por María Teresa Campos, y Zaplana respondió que “eso es verdad. Eso es rigurosamente cierto”. Opinión que comparte con Federico Jiménez Losantos, locutor de la COPE.

Utilización del atentado
Zaplana considera que “algunos se empeñaron desde el primer momento en utilizar el atentado para acabar con el PP y con algunos de sus representantes”. El popular reitera de este modo “todas las posiciones que he mantenido” en el pasado. Con o sin sentencia, Zaplana mantiene sus ideas sobre la teoría de la conspiración.

Zaplana y la COPE
El portavoz del PP se adhiere de este modo a una postura que se ha hecho fuerte alrededor de Jiménez Losantos, quien al igual que el popular se niega a aceptar la sentencia del 11-M, llegando incluso a denigrarla. Losantos, al igual que Zaplana, juega con esas “claves” que “no tenemos todavía en nuestro poder”, pese a que la justicia ha sido tajante a la hora de esclarecer los atentados del 11-M.