AL EX-ALCALDE

Acuña le faltó a Vd. compostura y le sobró prepotencia hasta el último momento. También hay que saber estar en la derrota, es muy complicado pero ahí es donde se demuestra el carácter democrático de un político y sobretodo la categoría como persona que tenemos. ¿Tan difícil le hubiera sido reconocer esa derrota tan anunciada? Hubiera quedado perfectamente aceptando humildemente esa moción, tan justa como democrática, si a la vez que guardaba un respetuoso silencio (sus tiempos de réplicas los tubo con creces en la radio y en el mitín del martes), se hubiera impuesto a sus “voceros” pidiéndoles silencio.

Nunca mais señor Acuña, nunca mais. Tiene Vd. seguramente la puerta abierta de nuevo al Senado, al que renunció para venir a gobernar su pueblo, cosa que dijo en su momento y que de ser cierta, cosa que dudo, se le agradece. Hoy Valencia ya no le necesita, mañana Valencia le juzgará con más objetividad y dictará su veredicto; las urnas lo hicieron ayer de nuevo con unos meses de prórroga y no supo estar una vez más a la altura de su cargo. Una pena.

Gracias por los servicios prestados a la comunidad valenciana. Sabemos que muchas cosas las hizo con dedicación y deseo de mejorar el pueblo, eso no lo dudamos. Hay otras dudas y muchas certezas, que son en definitiva las que han provocado su caída. Su autoritarismo, su absolutismo, su prepotencia, su falta de humildad, su antidemócrata forma de gobernar le jugaron una mala pasada; ahora es tiempo de reflexionar y de rebajar todas esas “virtudes” que le han llevado a la derrota. Ojalá así fuera por su bien y el de los que le rodean.

El talante del PSOE con su actitud en estos días y la de sus “voceros” ayer, la verdad es que no quedó muy bien que digamos. Los que lo hemos votado en muchas ocasiones y volveremos a hacerlo en las Elecciones Generales de nuevo, nos hemos sentido defraudados con lo visto ayer en el Ayuntamiento. Ese no es el talante que pregona Zapatero ni tampoco el que queremos los que nos sentimos afines con su política.

En otro momento tal vez comentaré su actitud y la de “voceros” en la Moción de Censura, que resultó tan indigna como antidemocrática.

Suerte señor Acuña, suerte. La va a necesitar.