5 de diciembre de 2007

Para no dejar nada sin terminar

Capítulo final del relato de las cuatro eras.

Cuando ya todos pensábamos que las hazañas de Sauron habían llegado a su fin, éste se descuelga con una gesta que a todos impresiona. El vello se erizaba en la piel de los habitantes de la Tierra Media, por fin se alcanzaría la paz, la prosperidad y el bienestar de todos. Lágrimas de alegría corrían por las mejillas de las mujeres de la Tierra Media que se unían a la de sus hijos, a los cuales estaban abrazados, antes de caer en un descenso eterno hasta el suelo. Los hijos no entendían las lágrimas de sus madres pero ellas sí, sabían que después de esto, sus hijos no tendrían que abandonar la tierra que los vio nacer y que les daba el alimento. Fiestas, bailes, banquetes todo era poco para celebrarlo y es que Sauron... ¡plantó una palmera!

Cartas psoeces versículos III y IV.

2 comentarios:

Garraio dijo...

JAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAAJAJJAAJAJAJAJAJAAJAJAJAJJAJAAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Goyi dijo...

¿Qué palmera?,......... ¿ te refieres seguramente a la que está en el barrio de su compi de partido, antiguo "consejero" y amigo de Sauron, su pigmalión, que le dió el empujoncito necesario para que llegara a lo más alto del Gobierno de la Tierra Media, dónde está y se encuentra actualmente??......

Ese bonito jardin, que vimos y admiramos en las preciosas fotos del maravilloso libro de los sueños cumplidos, pagados por no sabemos quien, ha sido la forma que ha tenido de expresarle a su camarada( ¿ se dice así?), que lo quiere y que le agradece todo lo que ha hecho por él, pues, por timidez, no se atreve a decírselo a la cara.