6 de agosto de 2008

Carta a Lola, la de Coca-Cola

Efectivamente has visto UNA sombrilla de Coca-Cola en una barra de la Boda Regia 2008.
La barra era mía, la sombrilla me la dejó un amigo. Sólo se colocó en hora de plena canícula, de 14 horas a 19 cuando no había nada, ni nadie, en el recinto. Y se retiró siempre que el evento estuvo en marcha.
Esta fue la alternativa mejor que teníamos, porque colocar un toldo dañaría los árboles jóvenes que están en la zona dónde nos ubicamos.

Y como no quiero dañar árboles, y como quiero que la Boda Regia siga celebrándose ahí muchos años, pusimos una sombrilla, que fue retirada durante los actos.

Pocas personas la vieron. Tú sí. ¿Viniste a la hora de la canícula para que nadie te viera? ¿Viniste a ver el castillo inflable, o a añorar el tío vivo, movido con neumáticos Michelin recauchutados? Eso si que era mantener el rigor histórico ¿verdad?

A algunas mujeres les hace falta pasear bajo la canícula. Puede que así consigan perder las arrobas de grasa que acumulan alrededor de la cintura y sus maridos dejen de mirar las mujeres de los demás, como perros babosos, que solo "comen" tocino rancio. Como en la Edad Media.

2 comentarios:

Valentiano dijo...

Ojú.
Como dicen por ahí. "a buen entendedor..."
Saludos.

Goyi dijo...

Sem papas na lingua....

Enhorabuena por tu colaboración, por arriesgar cuando estabas dolido, sabiendo que no era esto exactamente lo que habíamos planeado para la boda, pero, antes o después , lo conseguiremos,( anda que no somos cabezones los raianos) y enhorabuena también por esas mujercitas tan fantásticas que tienes a tu lado ( raianas del lado español).