7 de julio de 2010

POLÍTICA NACIONAL: LA INSUMISIÓN DEL PP

El PP se batasuniza

La rebelión de algunas comunidades autónomas gobernadas por el PP contra la ley de interrupción del embarazo, que entró en vigor ayer, encaja con la más criticables tradiciones de los gobiernos del PNV, que en determinados momentos han amenazado con la insumisión ante leyes que son de obligado cumplimiento en todo el territorio de España. El PP, siempre tan defensor de los valores de la ley del estado frente a las tentaciones soberanistas, se da el lujo de declararse en rebeldía contra una ley del Estado.

Varias consideraciones. La nueva ley de interrupción del embarazo es más concreta y más garantista, estableciendo unos plazos claros como ocurre en muchos países de Europa, gobernados todos ellos por partidos conservadores hermanos del PP. El PP intenta reproducir un debate que se celebró en España hace más de veinticinco años. Pero ahora ha llegado más lejos promoviendo el incumplimiento de la ley desde comunidades autónomas gobernadas por ellos. ¿Qué autoridad moral puede tener el Partido Popular para criticar supuestos devaneos nacionalistas de la Generalitat o su protesta contra la sentencia del Tribunal Constitucional?

La España más rancia y ultramontana, cabalgando sobre los deseos de intromisión de la Iglesia Católica en la sociedad civil, amenaza con desproteger a las mujeres que deseen interrumpir el embarazo, obligándoles a desplazarse a otra comunidad autónoma, con lo cual lo único que consiguen es agravar la situación de quien ha querido voluntariamente interrumpir su embarazo.

La ley determina un proceso de reflexión obligatorio de tres días y obliga a suministrar cumplida información de las ayudas del estado y de la comunidad autónoma si decide seguir adelante con el embarazo. Es en ese y en otros sentidos, una ley mucho más responsable que la anterior y su objetivo indiscutible es tratar de disuadir en la interrupción de los embarazos, pretendiendo disminuir el número de los mismos y haciendo hincapié en las ayudas a la maternidad que se ponen a disposición de las mujeres que tengan dificultades económicas para educar y criar a sus hijos.

La hipocresía del PP sólo es comparable con su irresponsabilidad. Sólo habría que recordarles que la interrupción del embarazo no es obligatoria para nadie, pero si lo es el cumplimiento de la ley.

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