13 de marzo de 2011

Los Españoles merecen un Gobierno que no les mienta.

Ayer, la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, emplazaba al Ministro de Fomento a reducir el IVA del transporte público del 8% al 4% de manera permanente. Esta propuesta llegaba poco después de que José Blanco diera órdenes a todas las empresas de contratas de conservación y adecuación de las carreteras españolas para que, al menos, hagan el “paripé” dentro de la red viaria nacional para que el ciudadano se dé cuenta de que aparentemente se están haciendo obras, cuando éstas -muy al contrario-, están paralizadas desde hace ya tiempo por el continuo impago por parte del Estado de las cantidades correspondientes, según presupuestos, a estas empresas constructoras; y estas se ven impotentes a la hora de pagar las nominas mensuales de los empleados, con los consiguientes y numerosos despidos.

Esta falta de liquidez ha hecho que las sociedades despidan primero a sus trabajadores más cualificados, intentando deshacerse de las nóminas más elevadas, por lo que ya no quedan apenas técnicos ni ingenieros dentro de estas empresas de conservación y adecuación de carreteras. Por eso, cualquier conductor que pase por las carreteras nacionales A1 o A2 puede comprobar la paralización estas obras desde hace ya meses, aunque ahora el Ministro de Fomento intente hacer parecer lo contrario.
Obra de maquillaje
Por eso, José Blanco ha sugerido a estas empresas a través de sus personas de confianza que si finalmente quieren llegar a cobrar que al menos hagan “el paripé” y que tengan al menos algunos trabajadores visibles en las obras viarias para que el próximo votante crea que se sigue trabajando en ellas. Y se muestre tranquilo por los retrasos que ocasionan estas obras.
Fue esta falta de técnicos cualificados en las empresas contratadas para llevar a buen término la red viaria española lo que ocasionó que no hubiera ninguna cabeza pensante el pasado viernes día 4 de marzo en el famoso atasco de la A6 para saber que las máquinas quitanieves no podían ir detrás de los coches en la nevada que sufrió la carretera nacional de La Coruña a la salida y entrada de Madrid. Esto ocasionó el caos y que miles de conductores estuvieran parados muchas horas hasta que, cerca de las cuatro de la madrugada, se produjera la reapertura de esta carretera nacional.



Juan Luis Galiacho
(Publ.Extraconfidencial)

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