Crónicas de guerrillas

Pues el íntegro está empezando a temer no poder asomar la patita por debajo de la puerta consistorial, a expensas claro, de la convocatoria electoral que está a la vuelta de la esquina. Por otra parte hay quienes consideran que todo vale en el territorio radiofónico y que cualquier hueso, vale para echar al caldo.

Como va a ser habitual cada cuatro años, el íntegro temerá no volver a enseñar la patita debajo de la puerta consistorial, con el objetivo exclusivo de intentar pillar subvención de la suculenta tarta electoral de cada cuatrienio en Mayo. Algún convidado en Valencia de Alcántara se ha lanzado a dinamitar una lista independiente y parece más obsesionado con negarles incluso una de las poltronas disponibles, que irrespetuoso con los modos y maneras que deben regir en una emisora pluralista, maneja impunemente el "difama que algo queda"; cometiendo incoherencias y generando situaciones que faltan al más mínimo recato moral exigible a cualquier emisora íntegramente pluralista.

Casi todo el mundo sabe que hace poco, los socialistas locales tuvieron que decidir internamente quién gozaba de su beneplácito para ser el candidato a la alcaldía de Valencia de Alcántara. En esta ocasión hubo dos listas con dos candidatos, que pretendían alzarse con el reconocimiento de la Junta Local para optar al consistorio, eso es lícito cuando se lucha con las mismas armas. Una de ellas, la que encabezaba José Manuel Acuña venció (de manera aplastante, quizás tal vez, puede que tal vez, por la censura de afiliados en la otra) y posteriormente fue proclamada candidata oficial por el Partido Socialista, primero por la junta local y después por la ejecutiva regional (no les quedaba otra). Pero los miembros de la lista derrotada, desilusionados por haber sido vilmente vencidos por la mayoría de los votos (¿qué catalogación se puede dar a ellos?) de sus mal llamados compañeros y ávidos de poder dar a su pueblo una alternativa sana, se han lanzado a la aventura de crear un partido con una lista, que ellos desinteresadamente denominan independiente (porque así lo son) y mantenerse a toda costa en esta frenética carrera por asear los sillones consistoriales. En el transcurso de esta carrera los autodenominados independientes están haciendo perder las formas, los papeles y cualquier síntoma de coherencia al poder establecido; es decir, todo intento legal vale si con ello consiguen luchar dignamente con Acuña por la Alcaldía. Pero, da la sensación que en esta olla del “todo vale” huele a podrido antes de ponerla al fuego. Porque…… ¡vamos a ver! ¿cómo se puede obligar a llamarse independientes a quienes una semana antes, los mismos socialistas, habían negado la posibilidad de encabezar una lista legítima del Partido Socialista?. ¿Son acaso los mismos lobos pero con distintos collares?. ¿Quién está manejando los hilos de este circo de marionetas cuyo único objetivo consiste en mantener a toda costa en el ayuntamiento al actual alcalde?.

Digo yo, ¿sería descabellado pensar que tal vez, tal vez, detrás de todo esto, está oculta debajo de un pisapapeles una suculenta subvención y a golpes de teléfono amenazador y con las supuestas consignas de quién se está manteniendo en la buena vida desde hace cuatro años, anda diseñando las estrategias para enturbiar el charco?. ¿Es posible, tal vez, que la soberbia del alcalde, casi interino ya, sea la verdadera razón para continuar inasequible al desaliento en la tarea de hundir a toda costa cualquier otra alternativa a la alcaldía?. Es posible me pregunto ¿qué toda esta bazofia política intestina no tenga límites, más aún en el seno de una misma población y entre quienes se supone que son compañeros de filas y que comparten una misma meta?. ¿Tanto puede aferrarse al cargo y al status de una buena vidorra, quien presiente y teme que dentro de poco tendrá, tal vez, que cambiar la corbata por el carnet del paro y volver a aparecer en sus listas?

Desde luego, los autodenominados independientes que en sus primeras reuniones estuvieron más ocupados en dignificar una alternativa sin luchas por los primeros puestos de la lista, tal y como han confesado algunos que asistieron a ellas; como digo, andan ilusionados recabando firmas explicando a los firmantes que según la Ley Electoral vigente, dichas firmas deberán ser ratificadas ante notario, una a una a pesar de las posibles represalias que pudieran acontecerles. Suponemos también que será necesario depositar un fondo de dinero que ahora no poseen, para que pueda prosperar la campaña de la ilusionada formación política; a no ser que, claro está, algunos donativos de personas altruistas obren un milagro aportando una pequeña cantidad de sus reducidos sueldos, para poder seguir ilusionando a los electores.

Así en el panorama político de Valencia de Alcántara dentro de tres meses puede pasar de todo, cualquier cosa. Bien que las cosas se queden como están (cosa que no deseamos), bien que haya un cambio político radical; o bien, que haya una bisagra en el ayuntamiento que intente lubricar de un lado y de otro, según sople el viento del interés general y haga finalmente gobernable y transparente el consistorio. Como decimos, puede pasar de todo. Pero lo único que los ciudadanos tenemos es el deber de exigir a los políticos que sean coherentes y que de una vez por todas aclaren qué pretenden hacer en los próximos cuatro años. Las peleas carroñeras por alzarse con el poder ya no interesan a los ciudadanos de a pie, que por cierto cada vez están más hartos de que se les ningunee y se les manipule a través de emisoras nada pluralistas.

Ya veremos, ya veremos en que acaba todo este circo del íntegro, neutral y transparente emisor.