LAS CASETAS EN LA PLAYA

Parece ser que la nueva corporación, con Goyi a la cabeza, desea trasladar “las casetas de marcha” como ella las llama, a La Playa. Quiero creer que se trata exclusivamente de una posibilidad nacida con la idea de innovarse y hacer cosas que la anterior corporación no llevó a efectos; aunque eso si, esta posibilidad se intentó con otro gobierno y tuvo que volverse atrás por las quejas, lógicas y justas, de los vecinos. Decía antes que ideas nacidas con el único deseo de mejorar el ferial; no quiero pensar que ello se deba a “favores personales”, que pueden chocar directamente con el derecho al descanso y otros más de los vecinos de la zona.

Desgraciadamente las monjas del colegio y algunos vecinos de los alrededores del parque ya cuentan y tienen asimilado que no es posible descansar en la semana de ferias. Traer esas casetas a la zona de La Playa, multiplicará de forma instantánea el número de perjudicados, al ser más los que residen en ella. Con esto no quiero decir que justifique la situación actual ni muchos menos; me opongo tanto a ella como a la de trasladar esas casetas a la zona de ubicación del resto del ferial.

Los vecinos de La Playa ya tienen bastante todo el año con los “luneros” que a las 6 de la mañana le tocan diana, con que el día de San Isidro los caballos les llenen de suciedad y olores con sus excrementos, con que los fines de semana no les dejen dormir y les orinen las fachadas “los samarcandos” y por supuesto, ya tienen bastante con que uno y otro año la feria ¡les toque siempre a ellos!

A todos los que hoy critican a los que se oponen a que esas casetas se trasladen a La Playa, yo les daría la posibilidad de tener ese “privilegio” tan solo un año, que vivieran esa “bella” posibilidad de encontrarse a la puerta de sus casas el ferial, que sintieran el “grato traqueteo” de ese “bombo eterno” en sus oídos, que olieran el “seductor aroma” de esos orines en sus puertas y aceras. Vamos, que en definitiva, ¡sintieran la fiesta ajena en sus carnes!. Entonces si, entonces podrían decir lo poco solidarios que son esos 82 firmantes del escrito remitido al Alcalde y de todos esos que porque no se nos ha preguntado, no hemos suscrito con nuestra firma el apoyo a un derecho tan justo, más en esta sociedad que se vanagloria de ser solidaria, como es el derecho al descanso en las horas destinadas a ello.

Ya puesto a opinar no quiero dejar de comentar un triste episodio que cada fin de semana ocurre en nuestra Playa. Es triste y lamentable, por vivirlo en una sociedad que presume de haber conseguido derechos, ver como los derechos de los hermanos “Quinitos” y familia se pisotean una y otra vez haciéndolos levantarse bien temprano a fregar y limpiar su acera y su fachada de los orines que la juerga de la noche anterior les dejó. ¿Qué derechos se están vulnerando? ¿Quién tiene el deber moral y ejecutor de poner freno a esto?

Reflexionemos todos acerca del problema y pongámonos en la piel de los afectados. Se que es difícil porque para ello es necesario vivirlo personalmente. Y por haberlo visto y vivido personalmente he querido dar mi particular opinión y visión del asunto. No busco culpables, solo deseo soluciones justas para unos vecinos que una y otra vez han tenido que soportar la juerga y el negocio ajeno.

P.D.: Esta si es mi opinión.