23 de abril de 2008

¡ Plaza de la amistad Hispano – Lusa y Olé!

La plazoleta de los naranjos siempre ha sido, para mi, un local muy especial de nuestra villa. Muchas páginas de la historia local se han escrito en su lanchado, en la secular Sociedad de Artesanos, hospital durante la guerra civil, cuartel de caballería allá por el siglo XIX.

El hecho de que alguien se le ocurriera llamarla plaza de la Amistad – Hispano-Lusa, también aporta su pincelada al interés que este local me había despertado. Y entonces, empecé a mirar (y sigo haciéndolo) para la plaza como que intentando leer en ella cual el estado de las relaciones de Amistad Hispano – Lusa.


Cierro los ojos y me pierdo en el tiempo. Veo a Antonio de Artesanos, (buen amigo, que descanses en paz, allá donde estés) con su ducados en la boca y la goma en la mano, regando los naranjos, enfriando las calientes piedras del lanchado, mimando a los clientes que, pasada la canícula, vendrán a disfrutar de su amena terraza. ¡Que bien cuidaba él de nuestra Amistad!


Después, han llegado años más oscuros. Antonio se fue, el grifo se cerró, el lanchado se ensució, la fuente la rompieron... las relaciones se desvanecieron. Abandono total.

Así que ya podéis imaginaros la alegría que me ha dado ver como este Gobierno ha recuperado el local (Juan, tu estás en todas, verdad? ;) ) y como incluso se han sembrado flores que embellecen y mucho este espacio.

Porque sembrar flores es sembrar esperanza y porque hay gestos que valen más que mil palabras, solo me queda decir:

ENHORABUENA, SEÑOR ALCALDE. ESTE ES UN BUEN TRABAJO.


Ahhhh, cuidadín.
Las flores las voy a contar. Quiero saber cuantas sobreviven a las moscas de la Cruz y a los burros de San Isidro, por no hablar de las madres (y padres) desatentos a las fechorias de sus peques, mientras disfrutando del fresquito de la terraza, absorben, placenteramente, sus mirindas...
Saludos.

4 comentarios:

Nelson dijo...

Por fin alguien arregla la eterna fuente abandonada y quita el yugo y las flechas del Generalísimo, que ofendian nada más verlas.

ENHORABUENA SEÑOR ALCALDE.

Goyi dijo...

Garraio, una sugerencia: haz otra foto en un día bonito de sol y cuando las flores, que nadie se va a atrever a estropear por nada del mundo o soy capaz de no sé que, estén más grandes y nos la vuelves a poner..... Hace?. Eso significará que podemos entrar en el libro de los pueblos que se llaman civilizados..... ojalá!

Nexo dijo...

Poner a punto las fuentes, dar colorido al pueblo con las flores (y más en el día de "La Rosa") siempre es grato, son dos "fuentes", nunca mejor dicho, que dan alegría a los que vivimos en el pueblo y a los que lo visitan.

Comenzar por pequeñas cosas y enfrentarse a las grandes sin olvidar las primeras, es buena filosofía para el casi recien estrenado gobierno local.

Vemos con algo de envidia como tu, Garraio, te has empapado de la historia del pueblo. Es un detalle que te honra y por ello vamos a tener que cambiarle el nombre a esa plaza, aunque solo sea dentro del blog. ¿Podríamos conocerla como Plaza de la Amistad Valenciano-Garraia? :-D

Garraio dijo...

Amiga Goyi:


Para ser sincero, hice la foto rápidamente, mientras haya flores. Corría el riesgo de, si esperaba a un día de sol, no haber motivo (flores) para la foto.

Esta tarde estuve allí, más bien jodido que otra cosa. Nada más llegar me entero de las iniciativas que se habían tomado para celebrar el día mundial del libro. En “mi” lanchao. Sín que yo me enterara.

Hubiera gastado un día de mis vacaciones muy a gusto, para poder estar allí y participar. Goyi, tú sabes que Pedro también hubiera ido. Esas cosas se avisan. Cooperación trans-
fronteriza, por Dios!!!!!!!

Que nuevos sois en esto de la política... Y después todavía os critican...


Escucha amiga Goyi, dije que contaria las flores y las conté.

Treinta y una de un lado y veinte y nueve del otro.

Cinco ya están aplastadas o bien pisadas, o bien aplastadas por balones de futbol.

Terminado el recuento asisti de lejos a como un perro negro saltó dentro de la fuente, se bañó y después destrozó algunas más, bajo la mirada complaciente de su dueño.

Te mantendré informada del recuento hasta San Isidro.

Un saludo.