Llegó Septiembre y con él los exámenes que de una u otra índole debe pasar más de uno. Sabemos que el curso comenzó con retraso (en Diciembre en lugar de Mayo) por cambio de alumnado, lo que provocó un retraso en la llegada del “temario” y por ello cancelamos el examen del mes de Junio.
Nosotros, el tribunal, hemos sido tolerantes con nuestro alumnado y les hemos dejado la asignatura para este mes que ahora comienza. Es el mes de la verdad, el mes de coger de una vez por todas el “toro por los cuernos” y hacernos ver nuestros alumnos que no se prepararon los “primeros temas” de Tráfico solo de “cara a la galería”, sino que están preocupados y mucho por la asignatura y que desean aprobarla y hacerlo con una gran nota que, posteriormente, les de un acceso directo a la plaza a convocar por el mes de Mayo pasado este trienio.
Así las cosas, durante el verano nuestros alumnos se han dedicado a preparar “otras asignaturas” olvidándose de ésta más de lo debido, aunque todos sabemos la problemática de ella en los meses de Junio a Agosto, donde hay demasiada conflictividad por aquello de tener que hospedar además a los “amigos” que vienen de fuera y a los que hay que atender con igual “intensidad”. En este mes de Septiembre nos visitaran menos amigos, las rutinas volverán a imponerse y será el momento de dedicarse por entero a la asignatura.
Yo sugeriría a nuestro alumnado que hiciera un frente común y realizase un estudio previo de la situación, luego resumirlo todo en los puntos más importantes donde centrar la atención (calles conflictivas, aparcamiento en aceras, velocidad y ruido excesivos, nuevos resaltos), para después de unos “días de gracia”, donde el alumnado no sea severo y se den algunos "descansillos” (mediante avisos al infractor), se dedique con toda intensidad a conseguir que esta asignatura del Tráfico no le vuelva a dar más quebraderos de cabeza.
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