4 de diciembre de 2008

Diagnóstico: Lloriqueo Calimeriano obsesivo - compulsivo

Existen por lo menos dos formas de convivir con la política: la primera, estar permanentemente informado y participar activamente; y otra, la segunda, vivir la vida pasando del tema, quedándose uno con la información precisa para decidir su voto cada cuatro años, si es que se vota. Este segundo grupo, que abarca gran parte del electorado, forma la llamada mayoría silenciosa y son ellos que deciden, siempre, el resultado de cualquier acto electoral.



Estamos a punto de cumplir un año desde que tuvo lugar la moción de censura que cambió de manos la batuta de poder valenciano. Estamos a punto de cumplir un año en que el discurso del líder de la oposición roza el ridículo y el techo del surrealismo, en un claro desrespeto a la inteligencia de los ciudadanos a quienes va dirigido tal discurso.
Valencia de Alcántara no será la ciudad española con el índice más elevado de suceso escolar, ni aquella con mayor porcentaje de carreras terminadas entre los jóvenes. No es seguramente la ciudad dónde se venden más periódicos ni la que tiene más conexiones Internet per capita.
Valencia de Alcántara es una ciudad normal y corriente, como tantas otras que podemos encontrar a lo largo y a lo ancho de la geografía peninsular. Sus ciudadanos son, por supuesto, ciudadanos normales y corrientes.
Por esa misma razón me encantaría saber como el pueblo llano “encaja” el discurso del actual líder de la oposición y anterior alcalde.
Salvo mejor opinión, entiendo que el discurso del Sr. Acuña, se encuentra completamente fuera de lugar, no es sobrio, no es asertivo, no es actual, no es consistente, no es convincente. Es bastante aburrido, repetitivo y poco creíble, porque se basa en falsas premisas que solo algún crédulo que otro puede “tragar”.
Si no me equivoco en el análisis del discurso del Sr. Acuña ni en la caracterización del ciudadano medio de Valencia de Alcántara resulta que el mensaje del líder de la oposición no va a provocar el más pequeño impacto en cualquier persona normal y que esté mínimanente al corriente de lo que es vivir en el siglo XXI, en un estado democrático y constitucional.
Todo el ciudadano normal sabe que nadie usurpó el poder a nadie y que se trató simplemente de mover una herramienta legal, que no dice más que el gobierno es ejercido por la mayoría, en este caso constituida por la suma de los votos de PP y AIVA y no por la minoría constituida por los votos del PSOE. Tan sencillo como eso.
Sin embargo, dale que dale, el sigue en la suya. Que levante el dedo quien todavía se lo cree. Parece ser que algunas personas de su propio grupo y otros aliados políticos empiezan a dar señales evidentes de cansancio, delante de una postura perfectamente insufrible que insiste en no abandonar.
Es tan notorio y tan cansino este lloriqueo continuado que, probablemente, quien salga beneficiado de esta situación bizarra sea el propio equipo de gobierno, al cual resulta dificil cuestionar, en medio de tanto berrinche.
Carambolas de la política…

5 comentarios:

Secondat dijo...

Señor Garraio,una vez mas, magnifica y acertada exposición la suya.Enhorabuena.

Ego dijo...

Garraio buena exposición.

Algunos tienen la ventaja del voto "cautivo", fiel a unas siglas y un poquito manipulado. El día que los ciudadanos tomen conciencia real de la importancia de su voto, otro "gallo" les cantará a los políticos que, con el engaño, buscan su propio beneficio.

El "cansino lloriqueo" como tu le llamas, esperemos que tenga sus días contados; cuanto más tiempo va pasando, más se va dando cuenta la gente de las intenciones de cada cual.

Goyi dijo...

A lo que ha dicho Garraio no hay que añadir ni una sola coma. "chapeau",......... solo que lo que antes te hacía gracía , a estas alturas llega a resultar patético...

patufet dijo...

Inmejorable, sencillamente inmejorable. El propio ángel guerra seria capaz de firmar este comentario.
Mis felicitaciones.

Garraio dijo...

Me gustan las mujeres, me gusta el vino...


Obhama te ha dado pal hocicoooo... no las pagues conmigoooo...

La la la la... ( si lo sé me apuntos a los coros de Soraíta...)