La Editorial de esta revista del mes, nos habla de Febrero y lo compara con personalidades cambiantes. Por su semejanza con los intereses políticos de algunos, me permito copiarla y darle publicidad, solicitando con ello a un tiempo, la autorización de sus propietarios. En caso de que no desearan su difusión por este medio, les ruego me remitan un mail a esta dirección: ffg@ffernandez.es
Este es su texto íntegro:
“A Febrero se le colocó el “sambenito de loco: “Febrerillo el loco sus días son 28”, y le sigue colgado el atributo. ¿Por qué? Creemos que será por sus veleidades climáticas: sol que calienta, nubes, lluvia, frío …. Y todo en bruscos cambios.
Si por eso se le tilda de loco, habrá que ver qué “Sambenito” colgamos a ciertos humanos que, no con cambios meteorológicos, sino por cambios de ser en el entorno social en que habitan, se muestran distintos en su proceder: amables y risueños cuando algo buscan, autoritarios cuando lo consiguen, “metemiedos” cuando intentan renovar su cargo, mentirosos y enredadores, si son ineptos para responder en su responsabilidad … y cambios y cambios con obsesión.
¿Cómo llamarles? Porque lo de locos no parece apropiado. ¿Valdrían los calificativos de “farsantes” o “bribones”? El caso es que existen como existen las mutaciones de los febreros, con los que arremetemos sin piedad, con eso de “locos”, pero a tales humanos los dejamos a su aire, incluso y por temor a represalias, les damos “coba”.
Climatología y sociedad están ligadas en la vida cotidiana, si a la primera la criticamos cuando es adversa, ¿por qué no hacerlos con los humanos que hemos mencionado?”
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