22 de octubre de 2010

POLÍTICA NACIONAL: MACHISMO PEPERO

Dimitir es poco. Necesita rehabilitación (Salomé García)

Las declaraciones del aún alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, sobre lo que le inspiran los “morritos” de la actual ministra de Sanidad, Leire Pajín, y su posterior reafirmación disfrazada de petición de disculpas (“me recuerda a un personaje de dibujos animados”) no pueden tener cabida en un Estado de derecho. Son zafias, sucias, machistas… incompatibles con un cargo de representación como el de alcalde de una capital de provincia.

Han pasado varias horas y todavía no hemos escuchado a ningún dirigente nacional del PP hacer una descalificación seria de estos hechos impresentables. No es difícil colegir por qué no lo hacen. El partido de De la Riva, el PP, es la misma formación que tiene un responsable de justicia (qué ironía) que lanzó un euro a una periodista que le hizo una pregunta incómoda (Federico Trillo). El mismo partido que nombró presidente de honor al señor que incrustó un bolígrafo en el escote de otra informadora en lugar de responder a sus preguntas (José María Aznar). Las mismas siglas que tienen como presidente fundador a un hombre que comparó a los indecisos a la hora de votar con “las mujeres que no saben con cuántos se acuestan” y ofreció “unas hostias” a una mariscadora que osó criticarlo a la cara (Manuel Fraga).

Pero es también el mismo partido que tiene recurrida ante el Constitucional la ley que da derecho a las mujeres a decidir sobre su maternidad, una norma que persigue que la educación sexual en las escuelas reduzca el drama de los más 100.000 abortos anuales que se registran en España. El mismo que llevó ante el mismo tribunal la Ley de Igualdad. El que se ha ensañado con la ya ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído, desde el instante mismo en que tomó posesión de su cargo. El que no pierde ocasión de criticar la aplicación de la ley contra la violencia de género y dar pábulo a quienes extienden la especie de que abundan las denuncias falsas por maltrato.

No fue un exabrupto. Ni se trata de un bala perdida. Para De la Riva existen tratamientos, pero si el PP expulsara de sus filas a cuantos defienden y practican el machismo, la xenofobia, la homofobia o protegen a los corruptos, simplemente se quedaría sin dirigentes.

Ver también: El estilo misógino del PP y sus medios: del boli de Aznar al "culonzuela" y los "morritos"

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